miércoles, enero 13

EL: Te amo y prometo estar siempre con vos - Dijo con una sonrisa tan brillante como el amor por ella-
ELLA: Yo también te amo- Dijo con timidez-
EL: ¿No queres estar conmigo para siempre? - Dijo mientras su sonrisa se desdibujaba.
ELLA: No creo en lo eterno- Dijo mirándolo a los ojos.
EL: No crees... ¿por que no estas enamorada, no?
ELLA: No, yo si estoy enamorada, solo que no podemos controlar el tiempo.
EL: Que pesimista! Te prometo que vas a cambiar esa manera de pensar.
ELLA: Muchas cosas me enseñaron que la felicidad no es eterna - Y una lágrima quería salir.
EL: Eso es verdad, yo también lo aprendí. Pero quiero decir que todo lo que nos pase, lo vamos a poder superar porque si de verdad nos amamos, nada nos puede separar.
ELLA: ¿Que ya pensas mentirme? - Dijo riendo.
EL: No, no lo haría. Me costo mucho tenerte, no quiero arruinar todo, no podría mentirte.
ELLA: Pero eso no va a cambiar que yo crea en lo eterno.
EL: Tengo tiempo, no me voy a preocupar ahora.

El tiempo pasó y de a poco llegaron las mentiras, las traiciones, ocultar las cosas era algo cotidiano entre ellos. Las mentiras eran las únicas palabras que se transmitían. De a poco se iban llenando de de rencor, odio y dolor. Las lágrimas también se volvieron cosa de todos los días y las peleas eran contadas por hora. Todo hacia pensar que seria su fin pero en el fondo ninguno de los dos quería perder al otro. El miedo los paralizaba y no lograban llegar a la reconciliación. Él valientemente dio el primer paso pero ella sin pensar se negaba a confiar en el. Lo amaba pero el miedo a más dolor la frenaba. El insistía e insistía, peleaba contra todos los rumores en su contra pero ella se seguía negando.

Paso el tiempo y el decidió darse por vencido, tirando todas sus cartas, dejo de insistir. En ese momento, justo en ese momento, ella se dio cuenta que esta vez si era de verdad, que lo iba a perder. Tomo conciencia que perderlo seria mucho peor de lo que había vivido hasta ese momento. Cuando reacciono fue a buscarlo, aunque el se negara, necesitaba decirle todo lo que sentía, por primera vez ella lo iba a hacer.

ELLA: Perdóname.
EL: ¿Por qué?
ELLA: Por ser tan estupida y no darme cuenta antes de lo importante que sos para mí y lo mal que me haría perderte.
EL: ¿Y qué fue lo que te freno antes?
ELLA: El miedo a que no me ames como lo decías.
EL: Pero ¿cómo podes pensar eso?
ELLA: Entendeme, no soy tan valiente como vos.
EL: Lo mío no es valentía, es amor.
ELLA: Por eso vengo a pedirte perdón y a que me des una oportunidad.
EL: Te amo, ¿qué te dice eso?
ELLA: Podría decir que si. Esta vez, te prometo que siempre voy a estar con vos y te voy a hacer feliz.
EL: Gracias, pero me cuesta creer en lo eterno.

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