sábado, marzo 20


Te digo a vos: No esperes que diga que estoy bien, no esperes que me quiera, no esperes que escriba todas aquellas cosas hermosas que hablan de amor y ternura si hace mucho que no conozco siquiera el significado de ellos, no esperes que te pida perdón, no esperes mi compasión, no esperes que te sufra más porque simplemente no me lo voy a permitir. No esperes que te quiera después de todo, no esperes que te espere si nisiquiera puedo esperarme a mí misma, no esperes que escriba cosas lindas si todo en mi panorama está negro y borroso, no esperes que te mienta como todas aquellas compañías tuyas que lo hacen, no esperes que te diga que me cure el alma, no esperes nada de mí, no esperes que te hable como si nada, no esperes mi confianza porque te encargaste de arruinarla, no esperes mi consentimiento para tus ideas locas, no esperes que te siga porque cuando yo te pedí que me sigas, te acobardaste y alejaste de mí. Si volves, te pido, no esperes nada. Acercate como un completo desconocido, acercate a mí para que de a poco te crea las mentiras, para que de a poco adormezcas el dolor, tomame de la mano como solías hacerlo y ganate mi confianza en el camino pero esta vez, por favor, no me dejes, no me sueltes nunca más...

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