domingo, mayo 9

Si venís y te vas ya no me va a importar, no vale la pena llorar si nunca vas a estar. Ya no dejo abierto a mi pobre corazón pero no dejo de resignar mi amor, esta vez cierro los ojos para no llorar. Yo sólo quiero que deje de sangrar tanto dolor. Vivo en la ambigüedad de una utopía inconclusa, pensarte es una costumbre de mi mente. Y me acuesto en recuerdos que solía no contar, abrazo la ilusión mintiéndome poco pero cada vez mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario