jueves, marzo 3

Todos tenemos un antes y un después. En algún momento de nuestra existencia queremos dejar todo atrás para empezar algo más. Pero también puede pasar que nuestro después también sea nuestro antes, es decir, nuestro después repite nuestro mejor antes. Ya sea una persona, un suceso, un algo que en su momento marco la diferencia, eso que nos hizo abrir los ojos.
Esa razón por la cual nuestro pasado vuelve a ser mejor, no tiene explicación pero sucede y lo mejor que podemos hacer es aprovecharlo. No hacernos preguntas, dejar que ese antes convertido en después fluya.

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