sábado, septiembre 10

Muchas veces escuche hablar sobre el viaje de egresados. Es "un viaje único" es lo que escuche muchas veces, no era algo que lo creyera, solo lo escuchaba y pensaba que no se necesitaba exagerar tanto para venderlo, con sólo decir que hay alcohol y música tener a un montón de adolescentes pagando. Y aunque al principio me costo entender que al final yo termine pensando que fue un viaje único. 
Descubrí que aún siendo compañeras de curso hace cinco años, nunca pude darme el lugar de conocerlas de verdad y me lleve una sorpresa. Encontré muchas coincidencias y pocas diferencias. Dejé que las cosas fluyan y la verdad que mal no la pase. Ese abrazo que pudieron darme en un momento en donde me sentía mal, se que no me lo voy a olvidar. Que me escucharan. Que se bancaran mis ronquidos. La verdad, que siento que puedo considerarlas bastante importantes. 
También entendí que no sirvió de nada haberme alejado de algunas personas, que pedir perdón es algo que de verdad puede de alguna manera aliviar. Entender que hablar las cosas pueden ayudarte en muchos aspectos; que alejarse sólo dejo un espacio vacío que suponía que el con el tiempo se iba a ir, pero no fue así porque mientras nos daban una charla sobre el esfuerzo de todo nuestro alrededor para que estemos ahí, de los amigos que no tuvieron esa posibilidad de viajar y de muchas cosas que se me hacen difícil de explicar, entendí que tenía que pedirle perdón a un montón de personas y aunque quizás, ahora sea un poco tarde, ese vacío ya no esta. 
El viaje me demostró que como así conocí a personas increíbles, hay otras con las cuales no me voy a poder llevar bien, o se me hacen insoportables y de las cuales pensaba que el viaje podría hacerme cambiar esa opinión, pero no. Bueno, tratare de no darle importancia, no hay muchas cosas que me unan a ese tipo de personas. Y no voy a caer en la típica frase: "Quiero terminar ya el colegio para no verlas más", ese tipo de personas están en todos lados. Con este tipo de personas pseudo populares, afirmo a una frase que siempre me quedo en la mente: "Cuanto más populares, más mentirosas son". Nunca mejor incluida esta frase. Pero, no pienso darle importancia. Creo que en algún momento de su gran mentira, aprenderán de verdad como son las cosas. 
Ya ninguno puede creer en las personas, todo se puede malinterpretar. Hay veces que sentí una gran impotencia en que les costara creer en mis palabras. Quizá, yo no soy del tipo de personas en las cual no es fácil creer. 
¿Qué más puedo decir de mi viaje? Es difícil de explicarlo. Cuando te preguntan, ¿Cómo la pasaste? y sólo respondo bien, estuvo bueno. Es porque de verdad no tengo más palabras, se te vienen un montón de recuerdos, cosas lindas, cosas feas que no parecen tener explicación. 
Creo que en estos once días crecí como persona. Parece exagerado, pero siento un gran alivio y un gran crecimiento. 
No tengo nada más que decir sobre mi viaje. Es difícil la convivencia, pero es una manera de aprender a tener paciencia. 
He vuelto por más.

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