sábado, octubre 2

- ¿Te acordas que me dijiste que cuando quiera podía hablar con vos?
- Sí, me acuerdo.
- Bueno, vine a hablar con vos.
- ¿Sobre qué?
- No tengo temas, solo quiero hablar, no se sobre que pero quiero hablarte.
- Me presento yo me llamo... - Lo interrumpí.
- No, ya se quien sos, muy bien se quien sos. No se como lo vas a tomar pero.. - Él me interrumpió.
- Esas palabras me dan miedo.
- Te amo, te extraño, no puedo dejar de pensar en vos, no puedo olvidarte, siento que no voy a poder superarte nunca y se que vas a llegar a tu casa, la vas a ver a ella y te vas a olvidar de todo lo que te estoy diciendo. - A medida que se lo iba diciendo la voz se le iba.
Con cara de sorprendido y sin saber que decir, me miro fijo a los ojos:
- Sabes que no va a hacer así. No se que decirte.
- No pido una respuesta ni nada, pero ahora me siento bien porque pude decírtelo, es eso, podes ir a hacer tus cosas, yo ya me tengo que ir.
- Lo que siento prefiero guardármelo para mí.
- Esta bien, solo quería que sepas que es lo que esta pasando en este momento por mi cabeza.
- Te repito lo que... - Lo interrumpí.
- Entendí, no te preocupes.
- ¿Por qué viniste a decirme esto?
- No sé, te vi y vine corriendo a hablarte. Es que a veces pienso, ¿Cómo hace para olvidarme tan fácil? ¿Qué es lo que yo no aprendí para olvidarme de los tres años que estuve con vos?
- ¿Vos te pensas que me olvide de los tres años que viví con vos? - Casi gritandolo.
- No sé, siento que si.
- Cuando terminamos te dije que siempre te iba a amar, no me olvido de todo lo que pasamos en estos tres años.
- Pero para vos es mas fácil, estas contenido por ella. No vine a hablar de esto, ves ya me contradigo. No quiero empezar a hablar de otros temas que se que van a hacer que terminemos peor de lo que estamos. Era eso, ya me tengo que ir.
- No es fácil, no pienses así.
En ese momento un compañero de él los interrumpió y el tema no siguió. Empezaron a reírse de los comentarios de ese compañero y cuando vi que era el momento de irme, él dice:
- Bueno, ya esta. ¿No ves que estoy hablando con la chica? ¿Te podes ir?
Ese comentario, fue simple, pero me resonó ese: "Estoy hablando con la chica", se repetía esa parte una y otra vez. ¿Por qué le dijo "la chica"? Su compañero sabia bien quien era yo, sin embargo él no dijo Gaspa, dijo "la chica". Me sentí ajena a él, ya no había esa cercanía. Mientras ella pensaba, él dijo:
- ¿De qué estábamos hablando?
- No sé, ya me olvide porque estamos en el medio del patio hablando - Sonreí muy nerviosa.
Seguimos hablando de temas sin sentido, cualquier persona que pasaba era motivo de análisis.
- Una ultima cosa - Dije
- Te escucho.
- Aunque tengas esa pinta de "si te cruzo por la calle, cruzo porque pienso que me vas a robar" me estoy dando cuenta que tu esencia de buena persona no se perdió como todos decían, porque a pesar de todo vos estas acá escuchándome. Tu fuerza de voluntad para seguir, realmente la admiro.
- Por lo menos te estas dando cuenta que no soy tan malo como pensabas.
- Lastima que es tarde.
- Con esta charla, lograste que a la noche tenga un bajón.
Hubo un silencio incomodo. Caminamos hasta el gimnasio, él como en los viejos tiempo estaba llegando tarde. Nos cruzamos con unos amigos, nos reímos un rato. Él me saludo y subió. Yo me fui pensando en que por primera vez había demostrado mis sentimientos a pesar del miedo.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario