sábado, noviembre 20

- ¿Tenes miedo? - Le pregunte.
- ¿Por qué?
- Tu corazón...Tu corazón late muy rápido.
- Siempre late así.
- Entonces, tendrá miedo siempre y no lo queres aceptar.
- No me parece gracioso.
- No lo dije para que te rieras. ¿Te imaginabas acá?
- ¿A qué te referís?
- A esto. Vos y yo juntos sin llevarnos mal. Sentados en un mismo lugar, abrazados. Después de darnos un beso. No me imaginaba vos y yo besándonos.
- Suena muy romántico eso y exagerado para lo que esta pasando.
- Hablamos de lo "que esta pasando" pero no le ponemos un titulo, un nada. Sabemos de lo "que estamos hablando" pero no decimos nada.
- Me maree en tu juego de palabras.
- Que esta mal esto.
- Ahora sabes lo que esta bien y lo que esta mal. Después de hacerlo es cuando te das cuenta si esta mal o ¿no? Ya esta, ya paso, ya fue. Mira, si yo ahora te diera otro beso, no cambiaría nada, porque ya lo malo esta hecho.
- Sí que.. - Me agarro la mano y me besó.
- Decime con la verdad, si para vos ¿cambio en algo?. Para él tampoco va a cambiar.
Me quede sin palabras. No entendía nada. No podía descifrar que era lo que sentía, que era lo que realmente yo pensaba. Él había logrado confundirme. Había logrado hacer que no sienta nada. Había logrado que deje de pensar en el futuro, solo estaba ahí, sentada con sus brazos entrelazados con los míos. Me había olvidado completamente del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario