lunes, febrero 28

Se terminaron las presiones, las noches sin dormir, los logaritmos, los derechos reales, los asientos. Por lo menos durante una semana no tengo de que preocuparme, porque pase de año. Estoy en mi ultimo año de colegio, el ultimo año de no respetar uniformes, de faltas y más faltas, de tardes en el río, de tardes durmiendo dentro del colegio, de horas de matemática hablando de cualquier cosa, de libros muy aburridos para leer, de recreos & chupetines, de siempre llegar tarde, de el pebete de todos los mediodías, de los rumores sin sentido, mis ultimas horas escuchando música en clase, de estar todo el día con mis amigos (aunque sé que no va a cambiar después de terminarlo), bueno, en fin de muchas cosas. No saben el alivio que tengo, pareciera que todos los problemas que no eran del colegio también se solucionaran, es como que no tengo nada de que quejarme. Mañana ya empiezan mis salidas, mañana empiezo con todo a hacer muchas cosas. Bueno, agradezco a los que leyeron todos mis cambios de humor.
Entre las cosas que voy a hacer es por fin terminar de leer el libro estepario, estar en la casa de alguna amiga sin tener que decir: Bueno, me tengo que ir a particular. Salir, calle, quiero calle, naturaleza. Ah, y organizar mi fiesta de 18. Faltan dos meses y tengo muy pocas cosas.

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