jueves, octubre 20


Es un arte esto de comenzar a quererte y al mismo tiempo tratar de no demostrarte que de a poco me estoy enganchando demasiado. Deberías empezar a tener en cuenta que si haces un pequeño esfuerzo toda mi psicosis puede ser encantadora. Es mucho más fácil convencerte de eso que quejarte cada dos minutos porque no entendes que es lo que me pasa. No soy pendejo. En todo caso soy un discapacitado emocional y eso es una enfermedad (bueno, una que inventé yo). Que no tengamos credencial para viajar gratis en el bondi no hace que sea menos grave. No te rías, te puede salir un hijo así.

Empezar a salir con alguien tiene mucho de “sí, pero no”. Es un bajón, ya sé, pero te tenes que acostumbrar. No me puedo mostrar súper interesado porque sé que tarde o temprano te vas a ir. Es lo que hace la mayoría. Un millón de moscas no pueden equivocarse ¿O vos pensas que cuando te conocí fui corriendo a contarle a mis amigos que “encontré al amor de mi vida”? No, no soy Georgina de Chiquititas. Fui y les dije “chicos, encontré a mi futura ex pareja”. Porque es lo que vas a ser, tarde o temprano. Tengo que tomar recaudos, la historia me obliga. Un discapacitado emocional sin memoria está condenado a repetir su pasado.

Y no es que no me haya puesto a pensar que tu apellido combina perfecto con mi nombre o que vamos a tener una discusión eterna cuando tengamos hijos y yo quiera enviarlos a una escuela pública y vos a una privada. Te juro que lo pensé y casi me sale un ovario haciéndolo, pasa que no te lo puedo demostrar ahora porque estamos saliendo. Y según las reglas la gente que comienza a conocerse tiene que mentirse y aguantarse las ganas de mandar un mensaje de texto a las tres de la mañana diciendo “Me estoy aburriendo en esta fiesta, ¿dormías?” esperando que la respuesta sea “No, me enganché con una peli ¿Te queres venir?”.

El delicado equilibrio entre querer verte siempre que sea posible y al mismo tiempo querer mostrar que no me importa si hoy no podes pasar por casa porque “igual tenía cosas que hacer” es molesto y te pido perdón. Pasa que mis amigos me asustaron, me dijeron “olvídate de ser vos mismo, hasta el momento no funcionó”. Y tienen razón. Si fuera yo mismo llevaría la heladera y el inodoro al lado de la computadora para instalarme ahí hasta que te conectes de nuevo. Y hasta que lo hagas me pondría a leer conversaciones viejas, obvio. Me encargaría de hacerme amigo de tu mejor amiga para saber qué es lo que más te gusta así ya tengo preparado tu regalo de cumpleaños por más que falten once meses. Me pondría al día con las series que seguís así podríamos verlas juntos y discutir a partir de que temporada los guionistas se empezaron a ir al carajo. Hasta le daría una oportunidad a todas esas bandas de mierda que escuchas. Bueno, quizás lo último no. Pero al menos las insultaría menos.

Pero no me dejan ser yo mismo porque parece que ser yo mismo no funciona. Igual sigo teniendo los mismos vicios: como escribir palos en un diario.


                                                                                                          #Zabo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario