martes, octubre 25

Y que me de la inyección a tiempo, antes que se me pudra el corazón.


Siempre pensé que inconscientemente tendría un freno. Que no llegaría a hacer ciertas cosas por el simple hecho de ser yo. Y sólo por ser yo, esas cosas no me pueden pasar. Después de todo, tuve que entender que hasta lo menos pensado puede pasarme porque en definitiva me arriesgue pensando en el "A mi no me va a pasar". 
Hoy intento salir de todo esto, intento buscarle la vuelta. El tiempo no es algo que a mi me gusta, quiero que todo pase ahora, si es posible que todo pase ayer. Pero hay algo cierto, sólo con el paso del tiempo y con mi buena voluntad estas cosas se van a solucionar. Suenan a palabras de psicóloga que necesita consolarse sabiendo que en algún momento algo del tratamiento va a dar efecto. 
Soy de esas personas que si algo no tiene el efecto al instante, lo abandona. Y eso es algo que es más que obvio que tengo que cambiar. Me gustaría ser más constante, así como también más inteligente, más segura, menos irresponsable y doce millones de cosas más. Pero cumpliendo aunque sea dos items de esos me conformo. 
Estoy en una inseguridad constante. Estoy volviéndome más obsesiva, creo que estoy empezando a convertirme en una obsesiva. En una celosa patológica. En pocas palabras, en una insegura de mierda. ¿Que pasó con las palabras de hace poco salían de mi boca diciendo: "Yo no desconfió, si no me hacen nada"? ¿Qué eran mentiras? Me miento y no me doy cuenta. Que bueno. 
Supongo que ciertas situaciones en donde creo que los electro-shocks son una buena terapia que deberían implementar conmigo, viene esa inseguridad. El hecho de sentirme el ser más anormal del mundo. El hecho de exagerar cada palabra que digo, todo eso, hacen que me vuelva una celosa patológica, en que mi inseguridad la multiplique por cien y a eso le sumo la raíz cuadrada de cuatro millones.
Necesito y a la vez me niego a una pastillita de la felicidad. O por lo menos a una que me mantenga constante. Ya en esa sola oración hay una contradicción. Quizás, necesite uno que otro rivotril para dejar de cambiar de opinión todo el tiempo. Pero siempre lo vi para casos extremos, ¿Tan extremo estoy que la necesito? Quizás, si. Estoy así. El primer paso es admitirlo. 
Admitir y admitir. Eso te va a ayudar. Mentira! ¿decime que solución me trajo? Sigo perdida con ese humo toxico de fiesta barata.
Voy a intentar, seguir con todo esto. Voy a poner publicar entrada sin releerlo. Se que me voy a arrepentir. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario