sábado, diciembre 31

Ya es 31 de diciembre y si tendría que hacer un balance del año, tendría que cambiarle el nombre des-balance del año. Porque un balance sobre los años es eso, poner las cosas buenas, las cosas malas pero que en ningún momento esas columnas queden desiguales. Y este año, en mi si van a quedar desiguales, por eso es que decidí pensar en que este año aprendí mucho y no volver a pensarlas. 
Como todos los años, busco cambios para el año que le sigue. Puedo hacer miles y miles de listas con todos los cambios que quiero hacer. Desde los más importantes hasta los más delirantes. 
Pero este año aprendí otra cosa y no solo la aprendí si no que también quiero ponerla en práctica. Entender que el cambio no se da de un día para el otro, que el cambio es un proceso. Tan simple como tan complicado como eso. Y no, al año que sigue no me quiero levantar con todas esas cosas cambiadas. Para el 2012 quiero proponerme de a una meta a la vez y cuando pueda cumplir esa, recién seguir con la otra. Y no importa si para fin de año sólo cumplí dos metas. Voy a estar contenta porque pude empezar el proceso de querer cambiar. 


En fin, les deseo un muy buen comienzo de año a todos. Coman mucho, aprovechen esa excusa. 

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