domingo, marzo 18

Este fin de semana tuve en claro algo: Me cuesta tranquilizarme cuando hay algún cambio a ultimo momento, mi cabeza empieza a sacar conclusiones como: Ya nada se puede hacer; Todo esta perdido, etc. 
Todo eso paso mientras el tren que me iba a llevar a Retiro (y despues al Anfiteatro de Puerto Madero) tuvo unos inconvenientes y se corto el viaje en Martinez. Mi cabeza empezo a pensar que no iba a poder ir al recital, que iba a llegar tan tarde que no iba a poder encontrar lugar, que me iba a equivocar de colectivo y no iba a llegar, que me iban a lavar el cerebro unos aliens. A todo estos mis delirios iban afectando de a poco a mi novio que con tal de tranquilizarme me dijo: Hagamos lo que vos quieras. Y es así como yo no sabia que hacer ahora. Todo eso se soluciono en menos de cinco minutos. Pero mis deliros duraron casi media hora. 
Mi espiritu de compradora compulsiva, si bien sigue en pie, va disminuyendo. Estoy pensando más a la hora de comprar. "Te parece que lleve una lapicera" ya hasta las cosas escenciales las pongo en duda. Igualmente, ese pensamiento no impidio que me comprara más utiles para el curso y el cbc que en tres años del glorioso polimodal. Compre resaltadores como para que pueda resumir media Argentina. 
Esta es mi ultima semana de vacaciones, ya empiezan mis responsabilidades a las cuales les tengo un poco de miedo. Todos empiezan a decirme que "ahi vas a aprender lo que es estudiar" y yo pienso y para que me habran mandado a un colegio donde iba 9 horas por días si recien ahora voy a aprender. Si era por el doble titulo, tranquilos que todavía no lo encontre un uso a la tecnicatura. 
Para mañana no tengo muchos planes, tengo ganas de estar en la cama y leerme todo esos numeros de revistas viejas que tengo por ahi guardadas y hacer un hallazgo sobre algun cantante que hasta ahora nadie se dio cuenta. Supongo que para mi, mañana es el domingo deprimente del que todos hablan. 

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