domingo, octubre 31

Caín & Abel: No creas nada de lo que digo II

- Sí cosa ¿no sabes que es sentir cosa por alguien?- Me dijo
- Sí, se lo que es. Me cuesta imaginarte a vos sintiéndote así.
- ¿Por qué me bardeas?
- Te lo digo bien. Te veo como a alguien que las cosas no le afectan. A veces me gustaría ser como vos, así frío.
- Si que me afectan, pero no me gusta demostrarlo.
- Explícame tu formula mágica.
Me miro y no me dijo nada. Ya no me acuerdo cuales fueron sus palabras, sobre que temas seguimos hablando, pero sé que me dijo:
-Cuando entraste al colegio me gustabas.
-¿Qué? Le grite.
- Sí, no me grites. Pero como estaba mi hermano también atrás tuyo, no hice nada.
- Espera, espera, te recuerdo que nunca nos llevamos bien, nunca nos hablamos. Esta es la primer charla seria que tengo con vos y si nos consideramos amigos, hace un año y medio que te conozco y nunca nada.
- Bueno, pero porque él no quería que te hablara.
- Que raro queriendo controlar todo. Bueno, que raro que es esto. No me lo imaginaba de vos, sabiendo que de cien palabras, noventa y ocho son puteadas.
Se rió e hizo una mueca con la boca. Esa mueca la sigue haciendo aún ahora. Nunca la cambio. Nos quedamos callados. A veces, sacábamos algún tema o criticábamos a alguien:
- Mira como nos mira esa- Me señalo a una chica.
- Es amiga de tu ex, que por cierto es la que esta cumpliendo años y ni bola le estamos dando.
- Yo no quería venir.
- Pero lo hiciste, no te quejes.
- Mejor vamos adentro, no quiero bancarme un sermón de tu novio.
- Tu hermano, también.
Entramos y él seguía en las escaleras. Paso el primero y yo venia caminando atrás de él. Me llamo y me dijo:
-¿Qué hacías con él? ¿Por qué tenes puesto su saco?
- ¿Qué saco? Ah, es que me agarro frío.
- Y el tan considerado te lo presto. Como son tan amigos
Termino de decir eso y apareció él:
-¿Podes darme mi saco? Me dijo con voz de enojado.
-Sí, perdón no me había dado cuenta que lo tenía.
Me lo saque y veía como la mirada entre los hermanos eran cada vez más fuertes, se les notaba la bronca, sin decir nada podías ver que prácticamente se odiaban.
(CONTINUARA)


No hay comentarios:

Publicar un comentario