sábado, febrero 12

Eran alrededor de las cuatro y media de la tarde, yo estaba en la estación esperando a que el tren se dignara a aparecer. Estaba sentada en uno de los bancos, uno de los pocos que le daba el sol, mientras estaba ahí un señor bastante desaliñado con un cigarrillo en la mano me dijo:
- Perdón, ¿Te molesta si me siento?
- No para nada.
- Muchas gracias.
- De nada.
- ¿Te molesta si fumo?
- No, no me molesta.
Saco un encendedor de su pantalón, que estaba sucio con pintura y lo prendió.
- Vos sos una chica con suerte- me dijo.
- ¿Perdón como me dijo?
- Ah, estas con la música no te había visto bien, tenes suerte porque el viento esta a tu favor, así no te da el humo.
- Pero no me molesta- Dije sin entender nada.
Pasaron un par de minutos más, el tren no aparecía, la música ya no me estaba gustando, también estaba llegando tarde a donde tenía que ir y de la nada escucho que gritan: - ¡Las botas!
mire a el señor que estaba al lado mío y me miro y me dijo:
- No te asustes, no estoy loco.
- Jaja, no pensé eso.
- Lo que pasa es que me olvide la plata para comprarme unas botas.
- Ah, bueno.
- ¿Te puedo decir algo?
- Si, dígame- Con voz de por favor cállese.
- Primero, no pienses que estoy loco.
- No no.
- ¿Sabes que la soledad es mala? A el que te diga que le gusta estar en soledad te miente. Y hay muchas veces que por pensar en el otro, preferimos la soledad y nos quedamos solos. Nos olvidamos de lo principal, nosotros. ¿Vos cuantos años tenes?
- 17
- Yo tengo una nieta que esta cerca de tu edad, tiene 15.
- Ah, mira. ¿Hizo fiesta?
- Si, como se dice vulgarmente tiro la casa por la ventana.
- Jajaja
- ¿Sabes lo que más me gusta de ella?
- No, ¿qué?
- Que ella no le hace caso a los demás, ella sólo se guía por lo que siente y esta perfecto. Como dicen los de tu edad, no se guía por boludeces. Ella esta muy centrada, es una chica correcta.
- Que bueno que tan chica aprenda eso! - Dije sin saber muy bien que decir.
- Ella por pensar en ella y seguir lo que siente, es unas de las personas que no va a sentir soledad nunca.
Justo aparecía el tren, dos personas lo escuchaban porque empezó a gritar esto último que me dijo. Quizás, mi cara era de miedo y por eso esas dos personas se acercaron a ver que pasa. Por último me dijo:
- No pienses que estoy loco. Sé que vos sos como mi nieta. Otra cosa, tenes muy lindos ojos.
- Gracias - le dije roja de la vergüenza
- Que tengas un buen día!
- Igualmente para usted.
Y así subí al tren y no lo vi más; me sentí muy rara durante el viaje. Las palabras de este desconocido me quedaron marcadas. ¿Por qué alguien de la nada viene a darte un consejo? ¿Es este un consejo básico para todos los problemas por eso me afecto? No sé, pero sé que no me voy a olvidar más lo que me dijo.


1 comentario:

  1. Que bueno esto que escribiste, me Gustó.
    & Mi comentario respecto a esta entrada es que quizás ese consejo es para un por venir; Para que lo recuerdes ( al consejo) y te sientas mejor.
    Muy lindo el Blog, Te Sigo.
    Saludos (:

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